El vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, desconoce con quién negocia, o al menos así lo afirma cuando se le pregunta por las investigaciones que la Justicia norteamericana mantiene sobre Adelson por conexión con la mafia y blanqueo de capitales.
El pasado 9 de febrero, el Departamento de Justicia estadounidense envió una petición a la compañía de casinos solicitándole documentos para acreditar su correcto cumplimiento con la Ley de Prácticas Corruptas Extranjeras. La empresa del magnate Las Vegas Sand está siendo investigada por conexiones mafiosas y por blanqueo de capitales. La Justicia norteamericana investiga además, a raíz de una demanda puesta por el extrabajador de Las Vegas de Macao, Steve Jacobs, si Adelson podría haber intentado sobornar al Jefe del Ejecutivo de Macao y si pidió a sus subordinados reunir información perjudicial sobre los funcionarios públicos de China para utilizarla a su favor.
Según consta en la denuncia del extrabajador Steve Jacobs, cuando se negó a cumplir las demandas ilegales de Adelson, éste le amenazó con despedirlo. “Los casinos de Macao y Singapur son zonas de influencia de las mafias del sureste asiático -comenta una fuente política a ESTRELLA DIGITAL- ¿quién es el personaje que tenemos en frente?”.
Pero Adelson está lejos de la inseguridad que provocan las personas vinculadas a la mafia y la trata de blancas. El magnate gasta más seguridad en él y su familia que cualquier otro presidente de las empresas que cotizan en bolsa. Más de 2,5 millones de dólares, lo que supone hasta casi tres veces más dinero de lo que normalmente una empresa destina para cuidar de su presidente. Según la versión estadounidense de la revista Rolling Stone, normalmente le acompaña un agente armado de la agencia israelí de espionaje.
Financia a partidos de ultraderecha y a Israel
“Esta persona es conocida por financiar al ala más dura del partido republicano de EEUU, al ‘tea party’, y ocurre lo mismo con Israel”, aseguran fuentes socialistas a ESTRELLA DIGITAL.
Sheldon Adelson es un gran respaldo de Newt Gingrich, expresidente de la Cámara de Representantes (1995-99) y aspirante a la candidatura republicana a la presidencia de Estados Unidos. Gingrich es el verdadero precedente del Tea Party moderno. Cuando Gingrich era presidente de la Cámara de EEUU en 1996 desactivó una investigación federal de la industria de los juegos de azar, un favor impagable para el empresario de los casinos. El magnate donó 16,5 millones de dólares al partido del ultraconservador. Su unión no es sólo económica, ambos se oponen por completo a la creación de un Estado palestino y por otro lado, no toleran los sindicatos. Para Sheldon, “las dos amenazas fundamentales de la sociedad; el Islam y los sindicatos”.
El pueblo israelí también ha sido uno de los grandes beneficiarios del millonario. Donó junto a su esposa, ésta de origen israelí, 25 millones de dólares para la construcción del Memorial de los niños que fueron asesinados en el Holocausto y, desde 2007, han dado 100 millones de dólares a la sociedad que financia los viajes de jóvenes judíos a Israel.
Un excéntrico personaje que se toma la licencia de exigir al Estado español el cambio de varias leyes en materia de blanqueo de capitales y del juego y con el que la Comunidad madrileña no siente ningún reparo de sentarse en la mesa.
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