Como aclara Richard Wiseman, el vídeo no ha sufrido ediciones ni ha sido manipulado digitalmente. Eso sí, tampoco es tan real como nos hace ver, para comprender la ilusión basta decir que el público debe formar parte del montaje y contribuye de forma notable en este curioso juego de confusión. Interesante de todas formas el debate sobre este tipo de ilusiones creado en los comentarios de la entrada original.
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