China quiere esterilizar a unas 10.000 personas sospechosas de querer tener más hijos

Centenares de personas han sido detenidas en China bajo la acusación de violar la política de control de la natalidad del régimen comunista, que prohíbe tener más de un hijo. La ola de arrestos se enmarca en una campaña que tiene el objetivo de esterilizar a unos 10.000 hombres y mujeres sospechosos de querer tener más hijos.

Unas 1.300 personas fueron retenidas en condiciones de hacinamiento muy precarias en la pequeña ciudad de Puning, en la sureña provincia de Guangdong, donde fueron obligadas a escuchar varias 'lecciones' educativas sobre las leyes del país, informa el diario 'Nanfang Countryside Daily'.

En los años en que las autoridades comunistas lanzaron la estricta política de 'un hijo por pareja', a finales de los 70, se conocieron numerosos casos de esterilizaciones, de abortos en las últimas semanas de embarazo e incluso de asesinatos de niños recién nacidos, sobre todo de sexo femenino. Sin embargo, estas prácticas habían sido abandonadas en los últimos años. No sólo porque la política de natalidad del Gobierno empezó a ser aceptada en el país, sino también porque las propias autoridades flexibilizaron las leyes y permitieron excepciones. En las áreas rurales, por ejemplo, está permitido tener un segundo hijo si la primera fue una niña.

Pero el 7 de abril las cosas cambiaron y los funcionarios comunistas de Puning decidieron pasar a la ofensiva después de que cada vez más habitantes hubieran dejado la pequeña localidad para buscar trabajos en las factorías de las grandes urbes, donde es más fácil infringir las cuotas del Gobierno y tener más de un hijo, informa el británico 'The Times'. El objetivo es esterilizar a 9.559 mujeres (o a sus hombres) sospechosas, y cerca de la mitad ha aceptado la imposición del régimen.

La otra mitad no lo está pasando bien. Las autoridades de Puning arrestaron a los padres de varias parejas que no aceptaron voluntariamente la esterilización. Así, unas 100 personas fueron retenidas el pasado 10 de abril en un húmedo edificio de apenas 200 metros cuadrados. Entre ellos, el padre de Huang Ruifeng, de 64 años.

"Hace algunos días, un oficial del pueblo me llamó y me dijo que, si no regresaba para operarme, llevarían a mi padre a otro lugar", cuenta Huang, que ya tiene tres hijas. "No es poco común que las autoridades adopten medidas similares", comentó al 'Global Times' un funcionario de la Oficina de Política de Natalidad de Puning.