lunes, 12 de abril de 2010

El médico español, una especie en extinción

El sindicato mayoritario de la profesión denuncia que un 45 por ciento de los MIR de este año serán extranjeros no comunitarios. Sanidad replica que su incorporación a hospitales y centros de salud «estimula el intercambio cultural, científico y tecnológico»

La Medicina española se «extranjeriza». Y no sólo porque la mayoría de la tecnología sanitaria y de las medicinas procedan de fuera de nuestras fronteras. Ni porque figuras punteras en diferentes ámbitos hayan triunfado en el mundo tras hacer las «américas». En numerosas consultas de España, sobre todo en zonas rurales, los facultativos son foráneos. Algunos, incluso, apenas chapurrean el castellano. Y en varios servicios de hospitales empieza a suceder otro tanto. Este fenómeno responde a la falta de planificación del personal. Un fallo atávico que ha llevado a numerosos directivos de los servicios de salud a desplazarse a Iberoamérica o Europa del Este en busca de los especialistas que les faltan para completar las plantillas de sus hospitales y centros de salud.

Lejos de amortiguarse, el proceso de «extranjerización» va a ir a más. Tanto, que no será raro que en fechas próximas los médicos foráneos sean mayoría en España, mientras los autóctonos se ven obligados a desplazarse más allá de nuestras fronteras en busca de la plaza que aquí se les niega. La Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), acaba de dar la voz de alarma, al avisar de que el número de facultativos extranjeros crecerá casi en progresión geométrica si Sanidad no toma cartas en el asunto. De acuerdo con los datos de esta organización mayoritaria en el sector, alrededor de un 45 por ciento de los MIR que llegarán este año a los centros de salud y hospitales para realizar su especialidad serán extranjeros no comunitarios. El sindicato ha enviado una carta a la ministra Trinidad Jiménez, en la que insta a reconducir «una situación de la que se derivarán consecuencias negativas tanto para los licenciados españoles como para la sociedad en su conjunto».

La CESM denuncia la política de «manga ancha» del Gobierno, «A los licenciados extranjeros que desean acceder al examen MIR les basta con haber iniciado el trámite de homologación del expediente académico y tener un visado de estudios por mediación de una academia privada», subraya, recordando que nuestro país se gasta unos 200.000 euros en formar a licenciados que luego no tienen plaza.

El Ministerio, sin embargo, niega la mayor. Según subraya, «no hay médicos licenciados en facultades de Medicina españolas que vayan a verse impedidos de acceder a la especialización porque se hayan presentado médicos licenciados en facultades de Medicina de países extracomunitarios». Y para suscribirlo ofrece el dato de que de los 92 aspirantes excluidos al haber obtenido una puntuación negativa, 56 son licenciados en facultades españolas, cinco en países comunitarios, y 31 en extracomunitarios.

Sanidad añade que «la incorporación a nuestro Sistema Nacional de Salud de profesionales procedentes de terceros países» cubre «el desfase hoy existente entre las necesidades del sistema sanitario y la capacidad de producción de licenciados de las facultades españolas» y «estimula el intercambio cultural, científico y tecnológico, y supone un fuerte estímulo al desarrollo».

El médico español, una especie en extinción

1 comentarios:

Ashley Lesnie dijo...

Ojalá todos los que vinieran aquí trabajaran (de algo) -_-

Eso sí, hacerles más fácil a ellos que a los mismos españoles que están aquí, lo veo francamente mal. Igualmente si lo hicieran al revés, sería injusto para quien viene a trabajar. Una igualdad estaría bien, ¿No lo han pensado? Yo iría igualmente a trabajar a un país si me ofrecen las mismas condiciones que la gente del mismo país.

Ah, y otra cosa con la que la gente no estará muy de acuerdo es que, por ejemplo, un árabe, un paquistaní, un chino o un negro los visite, porque podemos decir "Aaay yo no soy racista" pero demostrar cara de asco.

Publicar un comentario